Hace unos días unos amigos me invitaron a comer una pizza bastante particular: no tenía ingredientes extraños, como la piña que para los italianos es impensable, ni ninguna forma rara. ¡Era totalmente negra! Entonces descubrí que algunas pizzerias preparan la pizza negra como el carbón, y esto se debe a que contiene carbón vegetal. Les aseguro que no se las quemaron y que no son colorantes y créanme, es súper suave y a ojos cerrados ni un experto podría distinguirla pues el sabor es delicioso, como todas las pizzas.
Siendo de buen diente, como diría mi papá, yo pedÍ una Bufalina: mozzarella de búfala y tomatitos cherry. Simple y sencillamente maravillosa. Una bontà!
No hay ningún misterio. Esta pizza africana es muy fácil de preparar: basta añadir 20 gramos de carbón vegetal por cada kilo de harina. El resto de la receta es igual.
Será el monocando en mí pero fue muy emocionante ver, sentir, oler y sobretodo tragar una pizza de uno de mis colores preferidos, el que está bien con todo, el más elegante, el que te hace ver más delgada, el que te acompaña a la tumba, mi amigo, ¡el negro!
